lunes, 21 de marzo de 2011

CAPITULO 3: “La especificidad conseguida a través de la supradimensión táctica”.

Las cuatros dimensiones que forman el fútbol no pueden ser vistas bajo el mismo grado de preocupación, por ello deben ser jerarquizadas de acuerdo al trabajo y ejercicio que se está realizando. Frade (2003) señala “lo táctico no es físico, ni es técnico, ni tampoco psicológico, pero si necesita de todas ellas para manifestarse”. Varios autores además señalan que cualquier acción técnica, o física, tienen siempre subyacente una intención táctica.

Según esto, el factor táctico deberá ser una guía de todo el proceso de entrenamiento debido a que el modelo de juego y los respectivos principios deben ser sometidos a un proceso de periodización y planeamientos dinámicos, lo que reconoce que los componentes físicos, técnicos y psicológicos aparecen arrastrados por el componente táctico pero siempre en paralelo.

Desintegración de los principios y subprincipios que forman el modelo de juego.

Periodizar tácticamente es guiar el proceso de entrenamiento hacia la adquisición de los principios y subprincipios del juego deseado por el entrenador y transmitido a los jugadores. Es importante elaborar ejercicios que simplifiquen el entendimiento del fútbol que se desea realizar, de tal forma que debemos desintegrar los principios y subprincipos de nuestro juego.

Un principio de juego es algo general que el entrenador quiere que se den dentro de su modelo de juego, por ejemplo un entrenador quiere que el equipo cuando recupera el balón en zona defensiva ante un balón parado juegue realizando un ataque directo con pases largos hacia los costados, buscando al delantero haciendo diagonal desde el centro del campo hacia los costados, esto sería un principio. Sin embargo lo que suceda después no está determinado, dependerá si el equipo salió en velocidad, si llego algún volante al centro del área, etc. Por esto el delantero podrá controlar el balón para enviar un centro, o bien controlara el balón si esta solo para encarar al defensa. Si vemos existe un mecanismo de salida según su principio que no limita al equipo totalmente a realizar otra acción determinada, es decir, hay un mecanismo no mecánico que dependerá de las características del jugador que lo realiza.

Los subprincipios serán comportamientos más específicos que se darán dentro de ese principio general. Es a través de los principios y subprincipios que se crea un orden en el desarrollo del juego, volviéndolo determinístico. Para ello podemos crear ejercicios o juegos en espacios más reducidos y con menor número de jugadores, simplificando la complejidad del juego sin ser separado del todo, es decir, respetar el principio de entereza inquebrantable del juego.

Para Mourinho, J. el modelo de juego es el objetivo prioritario cuando afirma que, “una de las premisas de mi trabajo es que los jugadores bajo el punto de vista táctico, sepan claramente cómo se juega, a que jugamos, cuales son las funciones de cada uno”, cosa que se consigue a través del entrenamiento y entendimiento de los diversos principios y subprincipios sin perder el todo de vista.

La especificidad: Principio de principios

Como se ha señalado en la Periodización Táctica siempre se debe entrenar el juego que deseamos desarrollar, esto provoca trabajar durante los entrenamientos en forma específica sobre nuestro modelo de juego, involucrando todos sus factores (especificidad táctica, técnica, física y psicológica).

De esta forma, surge en la metodología de entrenamiento, el principio de la especificidad el cual debe ser cumplido en todo momento del entrenamiento, pasando a ser el principio de principios de la periodización táctica. Este principio es quien dirigirá el trabajo y la planificación de la periodización táctica durante la temporada.

Es importante diferenciar entre una especificidad con minúscula y una Especificidad con mayúscula. El autor Resende, N. (2002) explica la diferencia que existe entre la Especificidad y especificidad cuando señala que “un entrenamiento específico es diferente de un entrenamiento compuesto por ejercicios situacionales”. Importa destacar que la Especificidad apenas está asegurada y es trabajada de una forma efectiva si las cargas a las cuales los jugadores están sujetos, también estuviesen interconectadas al modelo de juego adoptado y sus respectivos principios, pues en ese caso contrario se está hablando de ejercicios situacionales.

Se puede decir entonces que la periodización táctica fundamentada en esta Especificidad, piensa el entrenamiento como un diálogo, donde la defensa, el ataque y las diferentes transiciones, interaccionan sin orden establecido. Con esto se busca que los entrenamientos sean lo más reales al partido. De esta forma, los ejercicios que se realicen orientados a la organización del equipo deben ser lo más parecidos a los distintos momentos del juego en la competición, para eso es fundamental realizar ejercicios que no descontextualicen la realidad competitiva.

Por esta razón es importante conseguir que gran parte del equipo piensen de la misma manera ante las diferentes situaciones que se dan durante el juego, esto solo se da si desde el primer día de trabajo se tiene claro cuál es el objetivo y se conseguirá en el transcurso de la temporada mediante ejercicios que simulen la realidad del juego que se pretende conseguir.

Finalmente mencionar que la periodización táctica trabaja siempre en Especificidad, no se permite trabajar con ejercicios analíticos y descontextualizados, por este motivo se rechaza realizar entrenamientos físicos o técnicos separados del modelo de juego ya que solo se conseguirá una inespecificidad en el proceso con sus posteriores consecuencias.

No se debe confundir el entrenamiento integrado con la periodización táctica, son dos conceptos diferentes, sabiendo que en ambas existen ejercicios Específicos.

MAURICIO BENAVIDES M.

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