Métodos de trabajo en la sesión de entrenamiento

Congelar el juego: El entrenador instruye al grupo de jugadores para que se detengan, según se están moviendo y jugando, con el uso de una orden verbal o de un silbato, para centrar su atención sobre un aspecto particular del juego, ya sea por un movimiento del jugador, del compañero o de la línea en general, corregir un pase, etc.; la idea es que los jugadores se den cuenta de la situación. Con esto se puede en ocasiones implicar mucho más al jugador y que vea con claridad lo que se desea, dependerá del entrenador cómo lo plantee al grupo; se debe señalar que no es bueno detener mucho el juego ya que a veces aburre la dinámica del entrenamiento.

Ejercicios: Este método consta de grupos pequeños de jugadores practicando técnicas, con o sin oposición, mediante la repetición y el movimiento constante. El entrenador debe considerar el número adecuado de jugadores en cada grupo para que la dinámica sea buena. Estos ejercicios pueden servir para trabajar aspectos específicos, como realizar un buen gesto técnico, trabajar la presión, la anticipación, etc.

Juego condicionado: Este método es bueno para trabajar un aspecto concreto del juego, mediante una constante reiteración. Las condiciones pueden ser impuestas, asignando reglas de juego que nos ayuden a que se dé el aspecto que queremos trabajar, por ejemplo premiando o asignando más puntos al equipo que realiza la condicionante.

Repeticiones bajo presión: Este método es ideal para trabajar y mejorar técnicas y habilidades mediante una práctica acelerada, de forma que los jugadores reaccionen velozmente como lo harían en un partido, para que reaccionen con precisión cuando les pesen las piernas y su capacidad de toma de decisión comience a fallar. La idea es que los jugadores corran constantemente y a gran velocidad, sin intervalos adecuados de recuperación; con esto, de la misma forma estamos trabajando la condición física. En este método la idea es que el jugador en la práctica del ejercicio o juego reciba balones constantemente; es decir, una vez que recibió y decidió, se le debe enviar el otro balón apurando al jugador para que tome la mejor decisión en forma más rápida.

Juego simulado: En este método, un grupo de jugadores juega contra una oposición pasiva o imaginaria, por ejemplo usando conos; al equipo se le puede asignar una tarea específica y jugar a uno o dos toques para hacerlo más real y darle velocidad. Esto resulta interesante para practicar un juego táctico sin la presión real de un contrario para marcar mejor los movimientos y objetivos propuestos.

Juego de posiciones: Este método implica trabajar marcando zonas realistas sobre el campo de juego y utilizar un grupo de jugadores con el objetivo de incrementar la comprensión y los deberes tácticos del equipo con relación a sus oponentes más cercanos y a sus compañeros.

Fase del juego: Este método constituye una progresión natural del juego de posiciones, en el que el énfasis recae sobre un grupo mucho mayor de jugadores, trabajando en una fase atacante o defensiva del juego en un área de, al menos, la mitad del tamaño del terreno.

Entrenando en el juego: Este método el entrenador emplea un método de entrenamiento, o una combinación de los restantes mencionados, para ejercitar a uno o ambos equipos en la situación de juego de 11 contar 11 al completo (Cook, Malcolm 2001)

Mauricio Benavides M.