¿Qué debo saber antes de entrenar o dirigir un equipo de fútbol?

En los años que llevo de formación he tenido la oportunidad de leer muchos libros de fútbol. Cuando estuve en España realizando el Máster tuve acceso a muchos libros de fútbol, la gran mayoría de ellos hablaban sobre conceptos de técnica y táctica, entrenamientos en espacios reducidos, trabajos en zonas, etc., pero ninguno sobre que hacer o que saber antes de entrenar o dirigir un equipo de fútbol.

Cada grupo de jugadores es diferente, eso depende del nivel futbolístico, de la cultura deportiva del país o lugar, de la edad, cada grupo tiene características muy distintas por lo tanto uno debe tratar de adaptarse a los equipos, adaptar los métodos de entrenamiento, lo que no se cambia es la intensidad y la calidad de estos. Si eres inflexible en estos aspectos muchas veces los equipos terminan cambiando al entrenador.

Por estos motivos en este capítulo daré a conocer algunas variables que influyen en la formación de equipos y que servirán de base para el trabajo futuro.

FORMACIÓN DE EQUIPOS
Una de las preguntas que uno se hace es ¿Cómo puedo formar un buen equipo? Cada vez que uno enfrenta un nuevo desafío debe estudiar o conocer cuál es el grupo de personas con las cuales deberá trabajar, características de la institución, su trayectoria, saber la edad, el nivel competitivo, la experiencia de sus jugadores, etc. Todos estos datos ayudan a poder enfrentar de mejor forma los nuevos objetivos.

Para poder sacar el mayor rendimiento a un equipo se debe invertir en tiempo y dedicación para planificar de buena forma los objetivos planteados.

En mi experiencia como entrenador del equipo de Alto Rendimiento de Liga Deportiva Alajuelense, el primer objetivo fue investigar sobre el rendimiento de los jugadores y del equipo en torneos anteriores, me encontré con la sorpresa de que el equipo hacia seis años que no salía campeón, por lo tanto el reto era grande. Lo segundo fue averiguar la forma de trabajar y las exigencias que tenían en los entrenamientos. Para mi sorpresa el nivel y la intensidad eran demasiado bajas con relación a lo observado en España, en los equipos de Chile y Sudamérica en general.

Una vez analizado estas variables se comenzó con un plan de trabajo muy exigente, algunos jugadores habían sido bajados del primer equipo, por lo cual el ánimo y la actitud no eran las mejores, algunos jugadores estaban acostumbrados a hacer lo que ellos querían, por lo tanto, comenzaron algunos conflictos por la disciplina que se empezó a imponer, multas por atrasos, por faltar a entrenamientos, etc., Una serie de medidas que se tomaron que iría en beneficio del equipo.

En los trabajos físicos había jugadores que no se esforzaban y su actitud no era la mejor para el grupo, la intensidad y el ritmo de trabajo era lento lo cual no ayudaba al progreso del equipo pese a la exigencias que se les hacía. En este caso solo quedaba una solución, sacar la manzana podrida del cajón, sino terminaría pudriendo a todas las manzanas.

El equipo se limpio hubo que sacar algunos jugadores con los cuales se converso en reiteradas ocasiones para buscar el cambio de actitud la cual no se vio reflejada. Al tomar esta medida la actitud del grupo cambio radicalmente, el rendimiento del equipo comenzó a dar sus frutos y el trabajo fue cada vez mejor, aumentando el nivel de exigencia.

La tarea de formar un buen equipo estaba dando buenos resultados, el equipo estaba muy cohesionado y muy motivados en conseguir algo que se les había negado por seis años. Comenzamos a pasar de etapa, octavos, cuartos, semifinal y por fin llegaba el equipo a la final de apertura, se ganó al igual que la final nacional.

Luego de esto, 12 jugadores del Alto Rendimiento pasaron a formar parte del plantel de honor la temporada 2008-2009. Muchos de ellos están muy agradecidos por la enseñanza entregada, convencerlos primero de creer en ellos mismos de sus capacidades y habilidades, pero también creer en sus compañeros. Por ahí alguien decía. “Los individuos son los que juegan los partidos, pero los equipos son los que ganan los campeonatos”.

Esta experiencia tiene el objetivo de dar a conocer la importancia de formar un buen equipo, que todos los jugadores estén comprometidos y apunten a una sola dirección. El autor Maxwell en su libro El ABC de la Actitud señala…”Una buena actitud entre los jugadores no garantiza el triunfo de un equipo, pero las malas actitudes aseguran su fracaso”. Lo importante es conocer a tu equipo detectar cuales son las personas que no quieren navegar hacia los objetivos planteados y sacarlos para que no afecten al rendimiento ni a la convivencia.

En mi libro “Manual Integral del Entrenador de Fútbol Moderno”, el cual pretendo publicar muy pronto, en su capitulo uno, planteo en forma más completa la importancia de trabajar y manejar este aspecto.